Después de unas cuantas paradas, se sube una persona, de sexo masculino, acompañana de otra persona, también de sexo masculino. La primera logra agarrar el último asiento vacío, mientras que la segunda se queda de pie.
Peeeeeero, no todo termina ahí. Esta segunda persona, se ve que arta de viajar de pie, no se le ocurre otra cosa que sentarse en las escaleritas para el descenso de pasajeros.
¿Acaso no se da cuenta que molesta? NO.
Me enferma la gente que se sienta AHÍ. Bancatela como todo el mundo, imbécil!
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